LA CAJA EQUIVOCADA



Parecía tranquilo, su rostro no reflejaba la angustia que sentía por dentro. De pronto, oyó la voz del juez indicando al abogado que era el turno del acusado. Levantó la vista y con paso lento se dirigió al estrado.
El letrado hizo su exposición y seguidamente le increpó con su batería de preguntas:
¿Se encontraba aquel día en el barco?
Su mente voló con la mirada fija en el encaje que sobresalía de las mangas del juez, y de forma automática contestó con una negativa.
Y entonces, ¿cómo se explica usted que se encontrase su  cigarrillo con su ADN en el interior de la caja?
Muy fácil, contestó, estaba en mi puesto de la feria cuando me di cuenta que una de las cajas estaba equivocada. Pensé que lo mejor era ir al puerto para devolverla y traerme la que me pertenecía. En apenas una hora ya había regresado.
Palabras eje del relato: feria, barco, acusado, cigarrillo, encaje.

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