A CORTO PLAZO


Sus piernas apenas le sostenían, quedaron flojas tras el mazazo de la noticia. Cuando se dispuso a salir del despacho se volvió para realizar una última pregunta
      -  ¿Cuánto tiempo? 

  - Como le he comentado no es fácil de determinar, no sabría decirle, quizás máximo un año, incluso año y medio.
Tomó el ascensor y sin darse cuenta estuvo parado sin moverse casi cinco minutos, justo cuando más ensimismado estaba la puerta se abrió de nuevo. Recordaba esa cara de la sala de espera.

La sensación de falta de aire fue liberada al llegar a la planta baja. Encaminó sus pasos hacia la calle con la amarga sensación de que su mundo se había derrumbado.

Durante la última hora su vida había dado un giro radical, tremendamente inesperado.

Mientras caminaba sin un rumbo definido, su pensamiento se centró sobre las cosas que debía hacer durante este tiempo.

Estaba tan abstraído que ni tan siquiera era consciente de que una voz que se oía a lo lejos le estaba llamando

-      ¡vamos despierta dormilón!, ya te he llamado dos veces, ¡venga! que vas a llegar tarde a tu cita.
Apenas había entreabierto sus ojos y la voz aún más cerca susurró

-          No hagas pereza, que como llegues tarde te van a dejar para el último.

Sus ojos se abrieron de repente, estaban asustados como si hubiese visto un fantasma, quería volver a dormirse, seguir soñando, temía que el despertar hiciese que ese sueño fuera un mal presagio de su realidad más corta.

Cuando regresó su cara reflejaba la angustia de lo desconocido pero no le quedaba más remedio que enfrentarse a ello.
La tristeza de abandonar su vida, mostraba una nueva realidad a corto plazo. Tener que abandonar a su mujer y a sus hijos era lo que no podía soportar.
 
¡Por fin había encontrado trabajo!

No le quedaba ninguna opción más, necesitaba trabajar aunque fuera a miles de kilómetros de distancia de los suyos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario