DOS OREJAS Y EL RABO


Cuando se entrevistó por primera vez con su cliente, éste le  dejó muy claro que no tenía dinero para pagar. Lo primero que pensó fue que dadas las circunstancias de su estreno y con todo en contra, su primer caso como abogado de oficio sería todo un fracaso.

Nada más entrar en la sala  sus dedos nerviosos hicieron saltar el botón del cuello de su camisa, liberando su angustia como nota de aire sacada de un saxofón. Nunca imaginó que el juez le iba a dar la razón, era su primer juicio, su primer cliente y encima con un asunto de expropiación. Meses después de aquella exposición magistral  en la fría sala de los juzgados, el juez condenó al banco a aceptar la dación. Tras leer la sentencia sus ojos se llenaron de un brillo especial. Aquella primera faena le había hecho salir por la puerta grande.

Palabras eje del relato: saxofón, razón, dación, botón, expropiación

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