LA HUELLA


Aquella mañana se levantó cansado, alargó su mano al interruptor pero la luz no se encendió y susurró ¡qué momento más inoportuno para que se funda la maldita bombilla!
Había pasado mala noche, ese terrible catarro apenas le había dejado dormir, pero debía sacar fuerzas y hacer de tripas corazón. Tan sólo faltaba una hora para asistir a la ceremonia anual del colegio de abogados donde le iban a hacer entrega de un premio por su libro “Jurisdicción al desnudo”. Su cara era todo un poema, y más que asearse parecía necesitar una reforma completa.
Minutos antes de subir los tres peldaños que separaban su asiento del escenario  miró la cicatriz de su mano y recordó a su padre, un juez de reconocido prestigio, quien le había enseñado la autoridad en sus propias carnes.
Palabras eje del relato: catarro, premio, jurisdicción, reforma, bombilla

No hay comentarios:

Publicar un comentario